Quantcast
Channel: Hojas de Arbolito
Viewing all articles
Browse latest Browse all 238

Crónicas de bus: noviembre 2014

$
0
0
   



Voy en un 316 con velocidad de tortuga y me entretengo haciendo estadísticas. 
12 personas me rodean:
1 anciana, 3 jóvenes, 8 maduras. 
4 hombres, 8 mujeres.
4 flacos, 4 gordos, 4 obesos. 
11 silenciosos y uno que canta cumbias (a mi lado, en fin).
0 cantores de ocasión, 0 magos, 0 vendedores.
Intrascendencias de bus.
Algún día llegaré a mi destino.
Algún día.


 Es pelado, gordito, de veintipico, y ni su remera anaranjada flúo ni su ukelele pintado de verde manzana me dan una buena impresión, por lo que apronto los oídos para una tortura de bus a la que hace semanas que no deben enfrentar, pero no. El pelado (que ya había visto antes, ahora me doy cuenta) aturde un poco pero es bueno. Si solo gritara un poquitito menos...
Tal vez es mucho pedir.
Aspirinas, alguien tiene? 



 Él va contento, parece. Canta y toca el bongó en el asiento de atrás de mí en el 405. Desde hace media hora viene cantando y tocando el bongó. En verdad no canta: tararea algo cumbioso, y tampoco toca el bongó: lo golpea sin ton ni son. 
   Lo malo es que no se cansa, no se cansa.

   Socorro



   Salgo a las siete menos diez cual Aquiles heroico enfrentando a la Moira desalmada del temporal, y la empresa es ingrata. Vadeo arroyos y cañadas, le dirijo constantemente palabras de aliento a mi paraguas nuevo pidiéndole que resista y explicándole que no todas las tormentas son como la de hoy. Agradezco que la campera sea impermeable, a la vez que mis zapatos altos no pueden vadear los ríos desatados y sucumben sin vuelta. 
   Chlop chlop chlop, avanzo. 
   Ya en la parada me subo al banco de cemento y aún así no puedo evitar que un dragón gris conducido por un hijo de puta de la familia 103 me ensope todo lo que el paraguas no ha cubierto. Nos miramos con la única otra chica que aparece y terminamos riendo.
    Y todo para que ahora, sentada en el 405 habitualmente repleto pero hoy semi vacío, el señor Sotelo desde la radio me informe de que a esta hora de la mañana se desarrollan "lluvias suaves" sobre la capital de la república. 
   ¡Oh, tú, que asomas al mundo dentro de unas horas, cuando el diluvio haya amainado, entérate de que a las siete de la mañana el país siguió andando a puro cerrar los ojos y enfrentar el destino!
   ¡Adelante, mis valientes!
   Chlop chlop chlop...

Viewing all articles
Browse latest Browse all 238

Trending Articles